miércoles, diciembre 26, 2007

FINDING NEVERLAND







NEVERLAND


Cuando el primer niño rió por primera vez, su risa se rompió en mil pedazos que saltaron por los aires en todas direcciones, y así fue como aparecieron las hadas. Por eso debería haber un hada para cada niño y cada niña. Aunque hoy en día los niños saben tantas cosas que dejan de creer muy pronto en las hadas, y cada vez que un niño dice "yo no creo en las hadas", en alguna parte cae muerta un hada.


Los niños nunca deberían ir a la cama, cuando despiertan son un día más mayores.


Sólo hay que creer...